De pequeña tenía problemas para dormir sola… porque, en el fondo, sabía que no estaba sola. Por las noches aparecían unas luces de colores, con unas tonalidades e intensidades que jamás había visto, de color rojo y azul que, a su vez, creaban mezclas de colores majestuosos. Dibujaban cascadas, montañas y hasta el mismo firmamento. Eran millones de luces, siempre en constante movimiento y titilando. Parecían estrellas caídas del cielo. A estas luces les tenía miedo.
Vivía sintiendo otra realidad, incluso recuerdo que siempre fui una niña muy «ausente», pero a medida que iba creciendo fui perdiendo esa conexión. Nadie me escuchaba. Me enviaron con un cura, con la directora de mi colegio, etc., para que me orientaran y me sacaran esas ideas de mi cabeza. Con el transcurrir de los años, a mi edad adulta, fueron acontenciendo sucesos tan intensos que me permitieron descubrir esa parte «oculta» aún latente en mí.
Aprendí a conectarme con los sueños, «el lenguaje olvidado de Dios», además de ser consciente de las comunicaciones sublimes, de aquellas «causalidades» y sincronicidades que ocurren en la vida cotidiana.
En este libro te invito a ir más allá de la realidad, descubrir esa parte «oculta» en ti, donde se encuentra la VERDAD DE TU EXISTENCIA.